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viernes, 22 de julio de 2011

01/04/2011 | LOCALES
Paysandú Interior
BOSTON RIVER DE QUEBRACHO
Una historia de 55 años
El Club Atlético Boston River de Villa Quebracho fue fundado el 28 de marzo de 1956, aunque sus orígenes se remontan a la canchita de Mora, donde jugaban jóvenes que no tenían cabida en los clubes por aquel entonces más poderosos, como el Club Social Quebracho y el Club Social y Deportivo Guaviyú.
El nacimiento de la nueva institución se gestó en la casa de Juan Pedro Mentaste y las primeras reuniones se llevaban a cabo en un pequeño galpón con techo de paja, donde los concurrentes se alumbraban con un viejo farol a querosén.
En esas condiciones nació River Plate, a solicitud de Arturo “Paris” Rodríguez. Surgía una institución que tendría como presidente a José Santellán, como vice a Juan C. Gómez y secretario Alcides Romero, entre otros. La sede funcionó en varios edificios. Primero estuvo cerca del hospedaje Pompeya; luego en 18 de Julio entre Lavalleja y Rivera, y desde 1979 está en el local actual.
El club debutó en Constancia con camisetas de Arroyo Malo y en 1958 comenzaron las gestiones para conseguir campo de juego, que se denominaría José Santellán y posteriormente doctor Diovel Cajarville. En 1964 la institución incursionó en básquetbol y en 1972 obtuvo la personería jurídica. Sin embargo, debió cambiar su nombre original para llamarse Club Atlético Boston River, ya que en Guichón existía un club con el mismo nombre.
En 1979 Juan Carlos Mieres ofrece la casa donde posteriormente se construiría la sede social. Fue ocupada en 1980 y allí socios y jugadores reciben atención odontológica con el doctor Williams Hernández. En 1983 el local recibió las primeras reuniones informativas que concluirían con la construcción del primer plan de Mevir de Quebracho, que brindó soluciones habitacionales a 100 familias.
En 1984 se estrenó la luz artificial del campo de juego y se instalaron arcos de caño. En 1987 se reinauguró con un amistoso frente a la selección de Paysandú. Años más tarde el club recibió una partida del 10% de la venta de Jesús Noel “Pitufo” Alzugaray, quien jugaba en Nacional y fue vendido al Huelva de España. Hecho, lo que permitió pagar deudas.
En 1995 el club jugó por último año en la Liga Interlocal de Quebracho, integrándose al fútbol sanducero y fusionándose con el Club Peñarol de Paysandú, pasando a llamarse Peñarol Boston River (Pebori). En 1997 obtuvo el primer campeonato en Paysandú en la Única Divisional de Ascenso, hecho histórico para la villa, mientras que en 1999 se inscribió en la Liga Sanducera de Baby Fútbol, lo que derivó en el surgimiento de Lamperbierg Baby Fútbol.
En el 2000 la institución recuperó su antigua denominación y siguió compitiendo en el fútbol sanducero, en tanto en 2003, en coordinación con el Club Social Quebracho y la policlínica local, organizó el primer campeonato nacional e internacional de pesca del Saladero de Guaviyú.
Por el club pasaron jugadores que se destacaron a nivel nacional e internacional. Entre ellos Jesús Noel “Pitufo” Alzugaray, Ricardo “Caito” Brandon, Ruben Acosta, Oscar “Bruja” Vignolo, Coralio Bogado, Roque De los Santos, Álvaro Medina y Emanuel Medina, entre otros.
Actualmente ofrece contención a más de 70 jóvenes que participan de las actividades deportivas, contando con 80 socios activos, a los que se suman más de 500 simpatizantes.
La institución cuenta con muy buenos antecedentes deportivos: 11 títulos a nivel local (1958, 1959, 1962, 1964, 1972, 1973, 1976, 1985, 1988, 1989 y 1994), y 5 ascensos a primera división del fútbol sanducero (1997, 1999, 2002, 2004 y 2008). A nivel cultural desarrolla desde hace varias décadas el tradicional festival de jineteadas nocturnas y posee el grupo de danzas “Quebrachito, que obtuvo importantes logros.
El club es miembro de la Mesa Zonal de instituciones de Quebracho, habiendo obtenido fondos de la Fundación Interamericana (IAF), lo que permitió consolidar algunos proyectos que involucran a jóvenes. Cabe mencionar a Olga Navache, quien trabajó incansablemente por Boston River junto con Juan “Polaco” Mendoza, ya Pedro Anchorena, que llevó al club al fútbol de la capital departamental. Actualmente Verónica Medina es la primera mujer en ocupar la presidencia del club.

jueves, 31 de marzo de 2011

PAYSANDÚ INTERIOR, CLUB SOCIAL Y DEPORTIVO GUAVIYÚ Una historia fusionada

11/02/2011 | LOCALES


 
Las historias del fútbol chacarero incluyen relatos de instituciones que marcaron el entretenimiento de las comunidades del interior rural, que encontraban en las escaramuzas futbolísticas de un domingo cualquiera un momento de diversión y esparcimiento. Una de esas historias tiene que ver con la fuerte incidencia que tuvieron dos clubes en la zona de Quebracho: Defensores de Guaviyú y Guaviyú Fútbol Club, los que tiempo después se fusionaron bajo el nombre de Club Social y Deportivo Guaviyú.
El origen de esta historia se remonta al 26 de abril de 1953, cuando la Administración de la Colonia Guaviyú se reunió en La Estancia de Guaviyú y el secretario don Luis Romano dejaba estampado en el acta Nº 1 lo siguiente: “… a la hora 10 se efectúa una reunión de la Administración de la Colonia Guaviyú con el propósito de fundar un club deportivo. Por mayoría fue votado el Club Defensores de Guaviyú”.
La primera comisión estuvo formada por Roque Perrone como presidente honorario y como presidente Luis Moreira. Mientras que el cargo de secretario recaería en Luis E. Romano. El prosecretario sería Julio Collette, el tesorero Bernardo Medina, pro tesorero José Anhalt. Los vocales serían José Ibargoyen, Edibar Rosano, Fernando Almeida y Cesar Frostte. En tanto Enrique Salvatierra sería el delegado y el encargado de los asuntos deportivos.
Ante la necesidad de poder contar con un predio para practicar y jugar, esta comisión inmediatamente comenzó a tramitar ante el Instituto Nacional de Colonización un potrero al que llamaron “Triángulo”, para emplazar allí una cancha de Football como lo registra el acta. La sede estaría ubicada en la misma estancia y allí proseguirían las reuniones de la nueva comisión directiva.
La formación de esta nueva institución no significó un problema para el otro club y ambos convivieron en armonía. Cabe destacar que mientras Defensores de Guaviyú hacía tratativas para conseguir arcos, camisetas y demás, Guaviyú Fútbol Club había adquirido mayor trascendencia. Prueba concluyente de esto es la noticia publicada el martes 3 de noviembre en EL TELEGRAFO, donde se destaca la presencia de dos jugadores de dicha institución formando parte de la Liga Norteña en un enfrentamiento contra Guichón.
La sede estaba asentada en Araújo y convocaba a varios equipos de la zona. Podemos deducir que Guaviyú Fútbol Club participó en dicha Liga y dos de sus jugadores fueron convocados para formar parte del combinado, siendo Irineo Vignolo y Godofredo Acosta titulares en esta oportunidad.
Inclusive se menciona la destacada labor de Vignolo en la zona defensiva. Más allá del resultado desfavorable de 4 a 1, lo importante fue la primera incursión de jugadores de Guaviyú en competencias de estas características.
Además, el partido fue preliminar en el parque Artigas del encuentro entre las selecciones de Paysandú y Colonia.
La actividad deportiva en la época tenía un calendario en el que los amistosos eran frecuentes. Durante ese año es probable que Defensores de Guaviyú no hayan podido realizar amistosos en su cancha, es decir la “Estancia”, como más tarde se la denominaría, ya que aún debía conseguir el predio y ubicar los arcos cuya madera fue adquirida mediante una colecta entre sus socios. En agosto se encargaron las camisetas compradas en “Sportman”, una casa deportiva sanducera.
Esto no descarta la posibilidad de que hayan realizado algún campeonato en otra cancha o intervinieran en algún campeonato relámpago. Es por eso que en setiembre se resolvería o al menos se haría la moción por el presidente para realizar un campeonato de veteranos para disputar la copa “Julio Collete”, quien obsequió el trofeo. Para dicho evento se invitaría a los equipos de la zona: Guaviyú F.C, Mataojo F.C y Club Atlético Quebracho, siendo estos quizás los únicos equipos que existían.
En la Colonia Guaviyú, más precisamente en la casa de Don Luis Moreira, los dos equipos de la zona unificaron criterios. Las conversaciones tuvieron como protagonistas a Luis Alberto Vignolo, Medina y Vivas, con el cometido de unir ambos equipos.
Preocupados por fomentar el fútbol y por unirse, la institución de Guaviyú F.C presidida por Feliciano Gallardo y Defensores de Guaviyú, encabezada por Luis Moreira, se reunieron y alcanzaron el objetivo, efectuándose la elección de una nueva directiva que determinó que el presidente de la naciente institución sería Luis Moreira, como honorario R. Perrone, vicepresidente Feliciano Gallardo; Secretario Luis Romano; prosecretario R. Sánchez, tesorero B. Medina y pro F. Bicco; fueron nombrados delegados Luis A. Vignolo, J. C Vignolo, Juan P. Salles; vocales: J. Collete, L. Cañonero, R Nolla, Edibar Rosano y D. Rosano; Comisión de Selección: Luís Vignolo, Luís Moreira, Tito Avondet y Feliciano Gallardo.
Club Social y Deportivo Guaviyú militó el año pasado en el fútbol sanducero de Primera División, bajando el presente año a la Única Divisional de Ascenso.

ESTACIÓN QUEBRACHO Un pasado de movimiento social y productivo

11/02/2011 | LOCALES


Para muchos centros poblados del interior rural uruguayo fue un lugar de encuentro.
Las estaciones de trenes, con su intercambio social y comercial, atraían a curiosos, movilizaban viajeros y concentraban gran parte de la producción agrícola ganadera. En ese contexto, la estación de ferrocarril de villa Quebracho supo de buenos tiempos y marcó fuertemente el desarrollo de una zona proficua, con una actividad que mantuvo activos a operarios y productores del lugar.
En 1876 la empresa ferroviaria Midland del Uruguay adquirió ocho hectáreas de tierras en la zona. El objetivo de la compra no era otro que el de instalar las vías que unirían a las ciudades de Paysandú y Salto.
Fue así que el 1° de noviembre de 1890 quedó inaugurada la línea, en cuyo trayecto se instalarían varias estaciones. Quebracho y Queguay contarían con sus respectivas paradas, construyéndose hacia el norte puntos de descanso y abastecimiento, tales como los de Guaviyú y Rivas.
La empresa brindaba servicio de traslados de pasajeros, carga de mercadería en general y trasporte de ganado. Por aquellos años Quebracho contaba con los servicios los miércoles y sábados rumbo al norte. Por otro lado los trenes considerados mixtos cruzaban por la localidad los lunes y jueves a la tarde. Éstos unían Montevideo con Salto. A la inversa lo hacían por la mañana a las 10 y 45. En ese horario, el 3 de agosto de 1912, en el marco de una gira promocional de la revista “Mundial”, el ilustre poeta americano Rubén Darío pasó por dicha localidad en el convoy proveniente de Salto, acompañado por Alfredo Núñez y Adolfo Guido, copropietario de la referida publicación. El célebre poeta llegó a Paysandú indispuesto a consecuencia del cansancio del viaje.
Tiempo después, el servicio de trenes fue adquirido por el Estado hasta que finalmente dejaron de prestar servicios de pasajeros en la década del 90. Hoy los lugareños siguen oyendo la bocina del tren que transporta parte de la producción de arroz, que viaja hacia Montevideo.
También algunos pobladores recuerdan el pasaje del por ese entonces presidente de la República, Alfredo Baldomir. También es muy recordado el fenómeno social que significaba la parada de trenes, donde los quebrachenses se aglomeraban como forma de distracción. Los niños recorrían los vagones y las familias observaban el movimiento de pasajeros. Era común escuchar al marcharse el tren la frase: “se va la diversión”. El motocar fue el último medio de traslado de pasajeros hacia Paysandú por los años 90 por las vías.
Esta historia se basa en un cuidadoso trabajo que se lleva a cabo en el centro MEC de Quebracho, con motivo de celebrarse en 2012 el centenario de la villa. Desde ese lugar y en otras instituciones locales se trabaja intensamente a efectos de ir armando el escenario propicio para los festejos. La historia de estos campos del interior del departamento tendrá mucho que ver en el espíritu de la fiesta.

ESTANCIA DE GUAVIYÚ Paredes que exhalan historia

11/02/2011 | LOCALES

Actualmente funciona allí la Escuela Agraria en Alternancia. Si bien el casco viejo de la Estancia Guaviyú fue reciclado y modernizado, sus paredes exhalan aires de un tiempo cargado de intensos capítulos de una historia que se remonta a comienzos del siglo XIX.
Según se desprende de un pormenorizado trabajo de recopilación efectuado por Oldemar Chacón --inquieto investigador de villa Quebracho-- a comienzos del siglo XIX y de acuerdo a crónicas de la época, la zona de Guaviyú pertencía a Mila de la Roca, quien nunca la ocupó. En 1820 estaba poblada entre otros por Faustino Tejera y también, de acuerdo a un plano de 1857, Juan Antonio Lavalleja tuvo un campo en el área.
Por 1853 llegaron capitales ingleses y más tarde Anderson compró la Estancia Las Dolores --donde hoy se ubica la Escuela Agraria en Alternancia-- y el Saladero de Guaviyú, que funcionó entre 1869 y 1900, que hasta ese momento eran propiedad de Pedro Piñeyrúa y Nicanor Amaro.
En 1886 ya estaba en la zona Thomas Taylor, quien administraba el establecimiento de la empresa, también de capitales ingleses, denominado “The River Plate Farmer and Meat Company Limited”. Pedro Piñeyrúa había sido socio de Nicanor Amaro durante un tiempo y juntos administraron el saladero, pero sin embargo aquella sociedad duró apenas hasta 1893.
Fue en la Estancia “Las Dolores” --nombre que Piñeyrúa había puesto al casco en honor a su esposa Dolores Echenique-- donde en marzo de 1886 pernoctaron los insurrectos de la Revolución del Quebracho, en un viejo corral de palo a pique, próximo a un baño de ganado que perdura hasta hoy.
Thomas Taylor fue quien puso punto final a la actividad del saladero, demoliendo parte de su estructura y construyendo el galpón de esquila y los baños para el ganado en la Estancia de Guaviyú.
Alrededor de 1925 el establecimiento fue adquirido por una compañía inglesa integrante en ese entonces del ferrocarril Midland del Uruguay. Empresa que dio a dicha estancia la denominación “The Estancia Guaviyú”. Siendo su administrador el inglés Edgard Bowack, desde 1929, esta compañía además del rubro ganadería comenzó con la agricultura con una incipiente plantación de maíz y girasol. La firma adquirió nuevos puestos y comenzó con la construcción de cascos de estancias con techos de tejas, con materiales traídos del viejo saladero.
En 1942 el establecimiento fue vendido a la Sección de Fomento Rural del Banco Hipotecario del Uruguay para establecer la colonia “Guaviyú”, siendo la de mayor extensión de tierras de la zona.
La colonia Ros de Oger
La última de las colonias de la zona en surgir llevaría el nombre de Guaviyú, que años más tarde, más precisamente en 1955, pasaría a denominarse Colonia doctor Horacio Ros de Oger, en honor a quien había luchado por la compra de estos campos a los extranjeros. Sin embargo el nombre de Guaviyú logró permanecer en el tiempo. Allí, más tarde, el Club Social y Deportivo Guaviyú comenzaba a consolidarse como institución.
Escuela Agraria
en Alternancia
En 1984 un grupo de estudiantes de agronomía efectuó un censo productivo, alentando la posibilidad de una Escuela Agraria en Alternancia, con el apoyo desinteresado de Coleque. Los servicios de estos estudiantes en la región se extendieron hasta 1986.
Es de destacar que ya por 1955 la Sociedad Rural doctor Julio Muró, la Unión Agropecuaria de Quebracho y otras organizaciones de la zona, habían gestionado la creación de una Escuela Agraria, que en aquella oportunidad la iniciativa no prosperó por falta de recursos. Sin embargo, en 1994 y previa entrega del Instituto Nacional de Colonización a las autoridades de la Administración Nacional de la Enseñanza Pública (ANEP), en canje por tierras ubicadas en Florida, la escuela se hizo realidad.